Para pensarte fuerte y claro
me quedo quieta y te sueño.
Entonces te veo,
tan real como siempre
tan entera, tan de todos.
Susurráme al oído
el secreto que te guardas
y déjame abrazarme a tus rodillas.
Solo quiero cerrar los ojos
y sentir esa caricia.
Tu beso tibio y refinado
justificando mi existencia
Tus manos suaves
atravesando mi rostro.
Mil noches contigo
y un solo despertar.
Amanece siempre por tus ojos.
Amanece siempre por tus ojos. Qué mas se puede decir. Precioso, Denisse.
ResponderEliminarGracias y si, pocas cosas se le comparan. Abrazo.
EliminarEs un deleite perderse entre tus letras, que son la esencia que nace y fluyen en un corazón alimentado por los pensamientos y acompañado por las musas de la poesía.
Un cordial abrazo.
Atte.
María del Carmen
Gracias por tu compañía en este viaje. Abrazo!
EliminarMuy bueno! me encanto. muchas gracias por compartirlo un gran saludo.
ResponderEliminarGracias. Un abrazo.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUna manera de amanecer única.
ResponderEliminarAbrazos.
Si, se lo comenté a Alfredo, pocas cosas se le comparan a ese amanecer y créeme, le agradezco al universo eternamente. Un abrazo.
EliminarSusurráme al oído
ResponderEliminarel secreto que te guardas
y déjame abrazarme a tus rodillas. ¡Muy bello, Denisse! Un saludo.
Gracias Maria Inés. No pido mucho, verdad ;) Abrazo!
EliminarQué amanecer tan bello Denisse!
ResponderEliminarUn abrazo!