Es una de las dos cosas maravillosas
que me ocurren por la mañana.
Despertar con su olor.
Olor que me motiva
y sacude de la cama
para ir a tientas a su encuentro
y mirarlo así,
dentro de ese espacio blanco
que lo recoge
y deja ir con gratuidad.
Para luego sentir
cómo recorre mi cuerpo,
cómo mis venas cobran vida
convenciendo a mi cerebro
de estar dispuesto a seguir.
No hay nadie como él:
mi fuerte y siempre oportuno café.
Qué bueno! yo me apunto eso!!! Soy un adicto al café! Sin él no sobreviviría por la mañana. Iría dormido :) Un abrazo!
ResponderEliminarBuenísimo Denisse ...me ha encantado...solo su olor ya te despierta...un abrazo!
ResponderEliminarSimplemente genial.
ResponderEliminarmuy bueno.que barbaro y yo imaginandomelo a el jj y es café jjjjjjjjjjjjjjj .Bss
ResponderEliminar